El joven dramaturgo del rock brasileño Ian Ramil abre el telón de su carrera bajo el nombre de “Ian”.
Ian Ramil, cantautor brasileño radicado en la ciudad de Porto Alegre, presenta su disco “Ian”. Un álbum lleno de personajes reales e irreales. Un zoológico lleno de animales de especies que conocemos y demás fantásticas. Todo envuelto en una tormenta producida por influencias como Nirvana, Radiohead, Tom Waits y Caetano Veloso, y su sangre gaúcha. Trece canciones con matices repletos de sentimientos con una orquestación paradisíaca.
En el año 2012, Ian se vino a Buenos Aires para grabar su disco producido por Matías Cella (que trabajó con Jorge Drexler). Fue masterizado por Tom Baker (que trabajó con Nine Inch Nails, Jorge Drexler, la trilogía de Matrix y diversas películas de David Lynch). El álbum tiene financiamiento parcial de Procultura de la Ciudad de Pelotas y está editado por el sello independiente Escápula Records.
El primer tema del disco “Segue o bloco” juega con personajes del carnaval pero envueltos en una nube de folk rock que juega entre lo sexual y lo teatral, con los vientos como juglares.
En “Seis patinhos” muestra claramente su manera de ver el amor, diciéndole a su musa que siempre va a estar a su lado: “Yo soy seis patitos en tu sala… ellos nunca van a salir”. Luego confiesa sus miedos pero asegura de que ya entendió muy bien que ella es su combustible.
“Zero e um” es una obra dentro su propia obra. Es un capítulo aparte. Es como cuando en “Sueño de una noche de verano” de William Shakespeare, los personajes se ponen a interpretar la leyenda de “Píramo y Tisbe”. Ian comienza a cantar sobre un arpegio a lo Jonny Greenwood, la historia de una chica que tiene muy malos recuerdos del lugar donde vivió. Habla como si fuese ella: “yo nunca quise ser quien soy” y termina de explotar en el estribillo envuelto en acordes pesados, onomatopeyas a lo Thom Yorke y con vientos a lo Morphine. Se termina convirtiendo en la pesadilla de una noche de invierno. Personalmente, el tema que más atrae.
Llegamos al track número cinco y nos llevamos un “Suvenir” (se escribe así en portugués) envuelto en una nube de folk y psicodelia. Interpretado por un cuatro venezolano, Ian dice haberse ido de viaje, conocer a alguien y querer llevársela de recuerdo a su casa en Porto Alegre. Posee un videoclip que está filmado con un celular y que lo pueden ver a continuación:
Llega la hora del desayuno e Ian canta: “Eu cuspo nescafé e você chora leite de manhá” (Yo escupo nescafé y vos llorás leche a la mañana) y un sinfín de frases que reflejan la rutina de una pareja a la que le termina diciendo: “Vou correndo pegar o bonde Que linha liga o teu coração ao meu?” (Voy corriendo a tomar el colectivo. ¿Qué línea conecta tu corazón al mío?).
Vuelve a las tinieblas en “Cabeça de painel”, con una línea de bajo constante que navega por todo el escenario y un Ian que comienza a cantar hacia la mitad del tema con un registro bien grave a lo Nick Cave.
Mis palabras abreviaron una parte de todo el universo de Ian, pero si quieren disfrutar de sus canciones no tienen que hacer más que entrar a su página www.ianramil.com y bajar su disco gratuitamente, o entrar a las ya conocidas plataformas como Spotify, Itunes, Deezer.