Luego de ocho años, Róisín Murphy, la voz de Moloko, lanzó uno de los mejores discos del 2015 : “Hairless Toys”.
Moloko era la bebida láctea que Alex y sus “drugos” consumían mezclada con narcóticos en “La Naranja Mecánica” y además, una de las palabras imaginadas por la mente del escritor Anthony Burgess para crear el Nasdat, la jerga con la que se manejaban estos muchachos en la novela que llevó al cine Stanley Kubrick. Así también se llamó la banda inglesa en la que cantaba Róisín Murphy que acaba de editar “Hairless Toys”, su tercer disco solista.
“No me convertí en una estrella del pop, y nadie sabe exactamente por qué”, había dicho allá por 2007 en los días en que salía su álbum “Overpowered”. Y no es difìcil entender el motivo: la carrera de Murphy no estuvo hecha de pistas de manufactura fácil para el dancefloor. De hecho, su producción en la última década ha sido impredecible yendo desde un EP inspirado por Edith Piaf de fiesta por Studio 54, a otros dos EPs de remezclas que podrían haber agitado lo más alto de las emociones en la pista de baile, si la gente los hubiera escuchado.
“Hairless Toys” continúa esa tendencia y se convierte en el disco más personal y logrado de la cantante.
“Gone Fishing” abre el juego, está inspirada en la escena de baile de Nueva York y en el documental “Paris is Burning” un estudio sobre la raza, la clase, el género y la sexualidad en América.
Otro momento está en “Exploitation” una canción de nueve minutos y medio y que parece girar en círculos cerrados haciéndose una pregunta obsesiva: “¿Quién está explotando a quién?” Las connotaciones sexuales y sociológicas están allí si las quieren buscar. Pero hay más: gemas como “Evil Eyes” encajarían perfecto con su groove oscuro en una posible discoteca del infierno donde el vive el espíritu de Grace Jones, o “House Of Glass” una canciòn que es hipnotismo puro hablando de niñas en sus casas de cristal con pelucas de plástico y perlas.
Rapidito, pase por acá, que le firmamos el pasaporte de entrada a la lista de los mejores discos del año.
A continuación les dejamos el álbum para que lo escuchen por streaming (vía Spotify).