Mi Amigo Invencible brindó su primer show del año en Niceto Club

En una noche rodeada de amigos, el sexteto se presentó junto a Cabeza Flotante y Los Rusos HDP.

Mi Amigo Invencible en Niceto. Foto por Andrea Tamara Larrañaga (Indie Hoy).
Mi Amigo Invencible en Niceto. Foto por Andrea Tamara Larrañaga (Indie Hoy).

Luego de lo que fue el lanzamiento y presentación de su más reciente placa “La Danza de los Principiantes” (2015) y posterior gira por algunas ciudades del interior, el conjunto formado en la provincia de Mendoza regresó a los escenarios porteños para dar apertura al calendario musical de éste joven 2016, el pasado jueves en Niceto Club.

Una noche plagada de amigos y buenos momentos, cuya apertura estuvo a cargo de Cabeza Flotante, quinteto importado de la ciudad bonaerense de Ameghino el cual interpretó sus canciones que se acercan a un sonido shoegaze adaptado al plano más nacional.

La velada continuó con la performance de Los Rusos HDP, cuarteto el cual dejamos de tener noticias hasta que, el año pasado nos sorprendieron al lanzar un nuevo disco, “La rabia que sentimos es el amor que nos quitan” el cual presentaron también en Niceto Club. La ya conocida energía de la banda se hizo presente en lo que sería la antesala de lo que el público había ido a buscar.

Así pues, llegó el turno de Mi Amigo Invencible, en su primer show del año luego de haber presentado su último trabajo de larga duración “La danza de los Principiantes”, el cual había tenido lugar en éste mismo escenario de la calle Niceto Vega para posteriormente girar por algunos rincones de la Argentina.

El sexteto, oriundo de la provincia vinera, ofreció un muestrario de lo que es su extenso repertorio musical, compuesto en la actualidad de seis discos de larga duración. Una lista integrada por varias canciones que forman parte del último material, el cual ha tenido una inmejorable acogida por parte de sus seguidores y varias otras canciones que ya son clásicos a ésta altura.

Todo ello en el marco de un Niceto Club que lucía casi colmado por ésas casi mil almas, que se brindaron al máximo cantando, saltando, bailando y hasta subiéndose al escenario para darle el broche a una noche que rebosaba de una mágica energía.

Un viaje de poco más de una hora de duración, el cual por supuesto nos deja la sensación de haber sido poco y lo que obliga a estar atentos a lo que será la próxima presentación de la banda.

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