Cuando eran más chicos y estaban totalmente ajenos a Buenos Aires leían las marquesinas publicadas en revistas o suplementos de rock donde figuraban las bandas que más les gustaban y se imaginaban a lo lejos cómo serían esos shows y el clima que se generaría con el público. Hoy están ahí, en las mismas marquesinas con los mismos colores que resaltan a Mi Amigo Invencible como una de las propuestas más interesantes que irrumpió en la actual escena alternativa. Mariano Di Cesare, Nicolás Voloschin, Mariano Castro, Arturo Martín, Juan Pablo Quatrini y Leonardo Gudiño no están absortos a la repercusión que tienen, por eso su idea es disfrutar de cada paso que dan, cada oportunidad para reinventarse y cada recital manteniendo el entusiasmo por tocar, sin presiones ni contaminaciones externas. Agosto fue un mes intenso para la banda que comenzó tocando en su Mendoza natal y ya lleva unos años radicada en Buenos Aires produciendo discos y llenando salas: un show por semana en un Ladran Sancho colmado de personas expectantes por escuchar el sonido peculiar y efervescente que caracteriza ese mestizaje de género propio de cada uno de sus temas experimentales y expansivos, los viejos y los nuevos, los que integran “La danza de los principiantes”, cuyo lanzamiento significó un antes y un después en su carrera musical y con el que aseguran que se cerró una trilogía conceptual. El sexteto que actualmente se encuentra comenzando a trabajar en su próximo material de la mano de Shaman Herrera, nos cuenta cuál es el criterio y la mecánica para lograr cada disco, qué expectativas tienen de cara al Festival BUE, cómo ven el presente del circuito under y las propuestas de distintos sellos independientes. Anécdotas de amigos, conceptos, independencia y un tratamiento minucioso de la canción.
Pastizales Burning: Se cumplió un aniversario de la salida de “La danza de los principiantes”, ¿cómo fue la recepción del público y qué experiencias destacan desde que lo presentaron?
Juan Pablo Quatrini: Hace una semana el disco cumplió un año, la presentación fue hace una banda y estamos tocando un montón, desde el vamos fue así. Después de la fecha en Niceto, hicimos una presentación en Mendoza y después, por supuesto, cada vez que sale un disco nuevo el repertorio pasa a cubrirse prácticamente con lo nuevo. Estamos muy metidos con eso todavía porque en cada recital se generó una energía muy linda con la gente y lo fueron aceptando bien así que recién ahora estamos empezando a laburar temas nuevos post La Danza de los Principiantes. Es la primera vez que vamos a laburar con un productor artístico asociado que es Shaman (Herrera), entonces hace unos dos o tres meses que Mariano (Di Cesare) está empezando a maquetearle cosas a él y viajar a La Plata. Shaman vino una vuelta a un ensayo nuestro y a plantear un poco su idea y la mecánica de laburo que vamos a hacer pero todavía está todo muy verde, los temas no están terminados ni estamos ensayándolos sino que nos estamos dedicando a preparar los recitales que se vienen y por ahora no estamos apurados porque el disco todavía está fluyendo re tranqui. De todas formas, no queremos dejar pasar demasiado el tiempo porque venimos teniendo un ritmo de grabación de un año prácticamente.
PB: Hoy en día es raro ver a una banda que maneje ese tiempo a la hora de sacar un disco, no es algo que se suele ver…
Mariano Castro: Sí, no suele darse muy seguido. Es divertido porque Mariano, que es el más compositor de todos, pone un deadline y nos dice “Che, loco, mirá que nosotros tenemos que hacer un disco y nos tenemos que meter de lleno” y quizás el plazo es en marzo. Y llegamos. No sé de dónde sacamos las cosas ni cómo nos las arreglamos pero llegamos.
PB: Además, hay un concepto integrador en sus discos, en los últimos se conformó una especie de trilogía, ¿Cómo es ese proceso de laburar discos conceptuales?
Mariano: Nosotros somos una banda que si tenemos una fecha de grabación, tenemos un concepto del cual hablar que aparece desde el vamos y es el puntapié para empezar a laburar en el nuevo disco. En este último disco, justamente, la novedad y lo que nos dio la pauta de querer trabajar en uno nuevo y tener un punto inicial mentalizado es una charla de Mariano con Shaman diciendo “Che, hagamos un disco entre los dos” y ahí empieza de vuelta a girar la pelota. Veníamos bastante tranquilos y al ser una banda independiente nuestra difusión es medio loca en ese sentido porque nos estamos haciendo conocer con La danza, no es que era un disco esperado por todo el mundo. Entonces, nos está abriendo nuevos lugares, es la carta de presentación de la banda y todavía no terminamos de transitar el carril de La danza de los Principiantes y lo importante ahora es seguir adelante con eso, seguir tocando y presentándolo porque nos abrió bastantes puertas.
PB: Como el caso del Festival BUE, ¿Qué expectativas tienen para esa fecha?
Juan Pablo: Creo que eso va a ser una nueva reinvención de la banda. Nos genera muchísimo orgullo, estamos re contentos de que nos hayan convocado pero no era un objetivo final y primordial que tenía la banda ni nos dijimos “Loco manijeemos todo esto, tenemos que tocar en el BUE, tenemos que abrir la fecha”. Pero lo vamos a re disfrutar. El ritmo es el mismo, solamente que las cuestiones conceptuales que vos mencionabas van cambiando, estamos más asentados, musicalmente ya casi no hay misterio entre cada uno de nosotros y nos conocemos muchísimo más. Eso hace que las cosas sean más fáciles para el grupo pero no perdemos el espíritu de laburo constante.
Mariano: Nos ponemos a hablar del BUE desde cosas banales como saber si van a haber sandwichitos de miga o más serias sobre cómo se manejarán músicos que son gigantes y exitosos, que es una cuestión que sirve mucho de experiencia. Si bien la banda tiene un espíritu amateur somos re contra profesionales a la hora de querer sonar bien y en esos tipos de festivales te baja una data importante. Es un evento muy grande, cada uno de nosotros seis lo habrá flasheado de un modo distinto pero no nos desvivimos por eso ni pensamos “¿Qué nos vamos a poner para el BUE? Tenemos que romperles las cabezas a todos”. La idea es ensayar al palo, hacer un muy buen show y saber que es una oportunidad, una gran ventana porque va a haber mucha gente que curte una onda por la que le podemos llegar a entrar o gente que no nos conoce. Pero es una mezcla de orgullo y cautela. Nunca dejamos cosas colgadas, tratamos de mantenernos activos y no dormirnos. No decimos “Che, la danza garpó re piola, que siga funcando hasta que le dé el cuero”. Eso sería un error, nosotros seguimos laburando y seguimos teniendo el mismo ritmo desde que llegamos a Buenos Aires, cuando a los recitales venían 15 personas porque la mayoría vivía en Mendoza, hasta el día de hoy.
PB: Federico Calandria (Ilustrador del arte de sus discos) tiene una línea de laburo un poco post apocalíptica pero ¿Cuál es la mecánica con la que se manejan? ¿Ustedes le trasladan ideas y él las plasma en el arte de los discos?
Juan Pablo: Con Fede somos amigos y se generó una relación recíproca con lo que cada uno hace. A nosotros nos gusta mucho su arte y a él le gusta mucho lo que nosotros hacemos. Teníamos una línea de laburo relacionada a lo que llamamos “la trilogía” conformada por Relatos de un incendio, La nostalgia y La danza, entonces el arte estaba relacionado con eso. Le pasamos los temas, los escuchó, nos pasaba material y de nuestra parte había una devolución. Se generó un intercambio de ideas entre los miembros de la banda para saber qué queríamos contar y cómo lograr el arte final. Pero en el medio Fede se iba sacando dudas, pasándonos bocetos y hubo un buen ida y vuelta en ese sentido.
Mariano: Pero ese espíritu de laburo está condicionado por un detonante de grabar discos que es el puntapié. Una vuelta estábamos en una gira en Córdoba y con Mariano tuvimos una charla mirando la tapa de La Nostalgia Soundsystem y nos preguntamos que se venía de ahora en más, qué nos proponíamos. En la tapa hay como un mundo que se termina y estaba la idea esa de que después de que se acaba la humanidad viene la nueva galaxia, está todo bien y el mundo renace entre las cenizas. Dijimos, “No, eso no funciona” y entre todo ese quilombo encontramos un humano y todo sigue igual, que es este personaje que nosotros bautizamos Raúl. La historia continúa igual que siempre, somos los mismos chabones que nos mandamos las mismas cagadas. A partir de esa idea decidimos juntarnos, en Mendoza tenemos un lugar de estadía y a veces Jopo (Juan Pablo Quatrini) viene de vacaciones y nace el ritual: Pelopincho, juntarnos con Fede (Calandria) que diseña el arte y la estética y flashear.
Mariano: Nosotros en este momento estamos diciendo que la trilogía cerró, capaz que cualquiera el día de mañana tira “¿Qué pasa si en esta ciudad pasa esto y lo otro?”. Será una tetralogía pero no está en el plan, puede llegar a salir como no.
PB: ¿Qué cuestiones inciden en ese tipo de decisiones?
Juan Pablo: Esas decisiones nos las terminan de dar las formas de las canciones y la melodía que tienen. El disco en sí también invita a hacerte flashear un concepto. Una vez que ya está ensayado y ya más o menos las estructuras de los temas están, hay un atisbo de por dónde pueden ir las letras, recién ahí se termina el laburo fino que veníamos mencionando.
Mariano: Es muy loco que haya una conexión irreal en el sentido de que las cosas no están pensadas desde ese nivel, después atas todos los cabos y te das cuenta que tenía todo un vínculo. Eso es hermoso y es lo que más nos sorprende a nosotros, que esté todo conectado de una manera que no es matemáticamente pensada porque sería muy aburrido si nos ponemos a planear y pensar estructuralmente cómo sería todo. No es una banda que tiene un productor que nos oriente y nos diga por dónde ir, con qué clima y qué lograr. No hay nadie que nos diga “Sigamos, sigamos que La danza funcó, vamos por ese lado”. No, para nada, nos vamos manejando de una manera un poco más incierta.
PB: La Danza de los Principiantes tuvo buenas críticas, buena repercusión mediática y bastantes recomendaciones, ¿Cómo están lidiando con todo eso que a veces es un arma de doble filo?
Juan Pablo: Sí, hay que saber tomarlo como de quién viene. No comerse cualquiera ni tampoco ser un forro de decir “No me importa la prensa, que pongan lo que quieran”. Está bueno que vengan esas cosas, el disco tuvo una buena repercusión y somos conscientes de eso, lo disfrutamos mucho. Nos damos cuenta, nos parece algo muy piola pero respetamos las reglas del juego. Tratamos de seguir siendo lo más sinceros con nosotros mismos, ninguna nota nos condiciona, no nos producimos para tocar ni nada sino que seguimos siendo los mismos de siempre. Capaz que hay gente a la que una tapa del SI! Le genera algo y joya. Pero lo tomamos tranqui porque es algo que nos tiene que generar hasta cierto punto.
Mariano: En mi caso con Mariano y Arturo veníamos tocando en otra banda, Los Goonies. Después se sumó Jopo y los demás. Es decir, nos conocemos hace mucho y tocamos hace mucho. Para seguir tocando juntos las motivaciones van por otro lado, queremos tocar por otras cuestiones. Si nuestras motivaciones hubiesen sido que nos pase lo que nos está pasando en este momento, hace cinco años atrás ya hubiésemos dejado de tocar. Nosotros tocamos para no dejar de tocar, esa es la historia y nuestro foco. Después cuánta cantidad de reproducciones tienen los discos, la repercusión y el tema de los medios está buenísimo y te abre nuevas posibilidades porque también hoy gracias a eso podemos organizar un ciclo durante todos los miércoles de Agosto. Si nadie conociera la banda al primer Ladran sancho que metemos diez personas el dueño nos dice “Todo muy lindo muchachos pero el miércoles que viene salió una partida de truco”.
PB: Cuesta asociarlos a un género específico, ¿Tienen una referencia musical particular a la hora de componer?
Juan Pablo: Los seis tenemos una particularidad que para mí es maravillosa, que es que cada uno tiene distintos gustos musicales. Hay recitales y discos que podemos compartir pero la esencia de lo que cada uno escucha o de dónde vino cada uno es muy distinta y no tenemos una banda de la que todos nos ponemos la casaca.
Mariano: A veces tenemos un ejercicio que se da sin querer al juntarnos en una casa y escuchar música. Por ahí Mariano pone un disco de Spinetta y a nosotros nos re gusta y flasheamos, después está Nico que es el más deforme de todos para escuchar música, es un tipo que se quería dedicar a hacer música para videojuegos. O sino Jopo que trae esas bandas que no las conoce nadie…
Juan Pablo: Voy variando cada semana. Por ejemplo, esta semana estuve mucho con rock progresivo de los ’70, King Crimson, Yes, Soft Machine. Pero también suelo investigar mucho lo que pasa con bandas nacionales del interior, hay un sello que me cabe mucho que es Polvo Bureau, que hicieron un festival con Fuego Amigo Discos en el Naranja Verde, en el Matienzo y en Mardel y estuvo re zarpado. De hecho en Mar del Plata hay sellos que editan cosas buenísimas como los Desde el Mar y Pistilo records. No me termino de cerrar en nada y me fanatizo sino que trato de mantener el espíritu curioso y cambiante. Pero hablando en conjunto no tenemos una impronta definida ni queremos que suene un instrumento como lo tocaba fulano de tal.
PB: ¿Cómo se sienten perteneciendo a un sello como Fuego Amigo Discos?
Mariano: Estamos muy contentos con Fuego Amigo, Fernando (Graneros) y Mariano (De los Ríos) tienen apuestas muy copadas y hay artistas que tienen propuestas muy buenas e innovadoras. Tienen muy buen oído y buen gusto porque además abren un poco más la cancha y tienen sonidos bastante heterogéneos.
Juan Pablo: Son muy inquietos y abiertos. Yo sigo mucho el catálogo que van editando y es bastante sorprendente porque es muy amplio el criterio musical y a su vez los locos son re laburadores, van a la mayor parte de las fechas. Yo no sé qué es concretamente lo que nos une a los Bosques y Temporada de Tormentas, pero ellos bajan a tierra esa relación y funciona, manejan una data distinta. De todas formas, está bueno lo que está pasando a nivel general con varios sellos independientes, es un momento muy interesante.
PB: Hace poco salió una nota publicada en un diario de Chile que hablaba de una crisis de creatividad en el Rock Argentino, dándole la espalda a un montón de proyectos interesantes que están emergiendo en el circuito Under, ¿Ustedes qué opinan al respecto?
Mariano: Voy a ser un poco polémico al respecto pero cuando vienen ese tipo de comentarios de los que estamos al tanto, suelen ser de gente más grande que ya la vivió y sigue flasheando que se repita el nuevo Spinetta o el nuevo Charly García pretendiendo que se dé una cuestión ilógica de que pasen esas cosas. Me hace acordar cuando hay un jugador viejo de fútbol que fue un grande en su momento pero ya no se puede mover y en el banco de suplentes hay un pibe que la rompe pero no lo ponen. De la tribuna le empiezan a gritar “Correte que están jugando”. Me parece que es eso: hay un montón de gente que está opinando y hay un montón de gente que está jugando. Mientras esa gente está diciendo que no está pasando nada en el rock argentino, está pasando de todo. Atrás Hay Truenos (por el reciente Bronce) sacó un disco que está buenísimo, Bestia Bebé que no tiene ningún apoyo mediático se está tirando a hacer un Vorterix… Si no la querés ver, no la veas pero no digas que no está pasando nada.
Por Andrea Florencia Leal y Santiago Santiago.