Escuchen su tema nuevo, “Chocolate Samurai”, en este episodio
Hay músicos cuya biografía no tienen mucha relevancia, porque su vida fue como la de cualquiera: normal, estable, algo insulsa. Otros son inseparables de lo que les pasó en la vida, como Fantastic Negrito, protagonista de una historia de miseria, mala suerte y, al fin, redención a través de la música. “Empecé Fantastic Negrito hace tres años, tocando en la calle. No pretendía grabar ni nada, lo hice por mi salud mental”, explica Xavier Dphrepaulezz. El apartado “About” de su web se cierra con dos fotos impactantes: en una se ve una camioneta que cualquier perito calificaría de “siniestro total”; en la otra, un ser humano muy jodido en un hospital. “En 2000 tuve un accidente de auto. Pasé tres semanas en coma y me destrocé una mano, no podía volver a tocar la guitarra. Pero encontré otra manera de hacerlo”, dice Xavier mostrando la posición de garra que le permite rasguear el instrumento: “Lo cual indica que somos muy resistentes. Mira la historia de la humanidad: pese a todo seguimos adelante, seguimos haciendo el amor, seguimos adelante. Tenemos un profundo impulso de supervivencia”.
The last days of Oakland es su primer álbum como Fantastic Negrito, es un trabajo potente e intenso, que se mueve entre el boogie-rock de los Black Keys y el blues moderno de Gary Clark Jr. Por encima de todo, brilla el humor y la agudeza de Dphrepaulezz, con observaciones espinosas sobre el empobrecimiento de la clase trabajadora, la gentrificación y la discriminación racial. Y sabe de lo que habla: “Hay un nuevo concepto, la clase trabajadora pobre, que es tener dos o tres trabajos solo para sobrevivir”, explica el cantante. “Ser trabajador pobre es que, por ejemplo, crezcas en Madrid pero después no te puedas permitir vivir en tu ciudad. Es lo que pasa en San Francisco, con alquileres a 3.000 dólares”. Por contagio, es lo que ocurre en su ciudad de Oakland, la hermana afroamericana y pobre —pero también cultural y políticamente activa— de San Francisco: “En la zona de la Bahía ha habido una escena maravillosa: Santana, Metallica, Grateful Dead, Sly Stone, MC Hammer, Green Day, … ¿Qué va a pasar si los nuevos artistas no pueden vivir en su puta ciudad? A mis 48 años soy un puente entre lo viejo y lo nuevo, quiero ser la voz que diga: ‘No echen a patadas a la gente que ha producido la cultura que los hizo querer venir a vivir a Oakland”. El hombre conocido como Fantastic Negrito llegó allí en 1979 y se encontró con “los inicios del hip-hop y la explosión punk”, pero también con la violencia que se llevó a la tumba a su hermano y casi a él mismo cuando era un ladronzuelo de poca monta. A eso, hay que sumar la intolerancia policial, que incluso en 2015 lo privó de tocar en el festival Outside Lands, al ser arrestado por “sospechoso” cuando llegaba al recinto. “He crecido en EE UU y sé lo que pasa. Cada vez que me para la policía soy un actor: ‘Sí, señor, voy a agarrar mi billetera, solo mi billetera. Aquí está mi mano, aquí está mi culo’… Nos tienen mucho miedo, pero los que llevan las pistolas son ellos”.