El proyecto musical de Juan Álvarez es, esencialmente, minimalista y tiene la capacidad de generar varios estímulos en poco menos de veinte minutos.
La tendencia de reducir a lo esencial, de despojar los elementos que se consideran una “sobra” no siempre encuentra su mejor forma de expresión. O, más complejo aún, no encuentra los intérpretes adecuados que puedan llevar a caso ese objetivo.
Se trata de “Sur”, su disco debut, grabado en el FL Studio, un material instrumental de 12 canciones con reminiscencias al dream pop y volcado al ambient. “Siempre escuché ese estilo de música, tengo influencias de todo tipo como Beach House, un grupo que siempre me llamó muchísimo la atención y ahora me metí más en profundidad. Hace unos años vengo escuchando Tycho que fue un proyecto unipersonal también en un principio y después se presentó en formato banda”, explica Juan, quien asegura que también In Rainbows y Kid A fueron discos que significaron una gran fuente de inspiración a la hora de grabar sus temas.
A mediados del año pasado, Juan – a secas, como decidió darse a conocer en un pequeño gesto que anticipa la impronta minimalista – grabó guitarra y batería, el instrumento en el que mejor se desenvuelve, en su cuarto, en Ableton, con una mac y un micrófono condenser. Así surgió “Pulsar”, un puntapié inicial para la elaboración del resto de los temas que forman parte de su último material. Sin embargo, no fue la primera experiencia ligada a la música a pesar de su corta edad: “Crecí en un ambiente muy artístico, con mi hermano mayor que tocaba la batería y tuvo muchas bandas a las que yo de pibito escuchaba. Tuve una banda hace dos años con unos amigos y llegamos a tocar en un evento en mi colegio y en una plaza en mi ciudad”.
ESCUCHA “SUR”
Esa ciudad es General Roca – o Fiske Menuco para los habitantes que se resisten a darle mayor entidad al ex Presidente – en Río Negro. Allí, como en tantos otros puntos del país, la escena independiente va cobrando, poco a poco, mayor protagonismo: “A nivel general, la escena emergente está creciendo muchísimo, me encanta la mayoría de las bandas que están saliendo o todo el material que están sacando. Hablé con bastante gente de la escena que está creciendo y eso me pone muy feliz”, analiza quien resalta que una de las bandas que más captó su atención fue Perras on the beach, a quienes escuchó el año pasado y espera, con ansias, verlos en vivo.
“Donde vivo yo hay movida musical, no con la misma constancia que en Buenos Aires, creo que hacen falta mayores propuestas o difusión, aunque en otras ciudades cercanas nacieron bandas muy buenas como el caso de Atrás hay truenos, en Neuquén. Los vi en mi ciudad el año pasado y suenan espectacular. En verano también se hizo el Rock al Río y trajeron bandas muy buenas como Él mató, Riel o Las sombras”, agrega.
Composiciones mántricas y magnéticas que nos sumergen en un ambiente placentero y relajado son las protagonistas de un proyecto que decidió encarar de manera unipersonal: “Puedo grabar las cosas por mi cuenta, si algo no me gusta puedo cambiar alguna nota o algún sonido en particular. Yo opino que es más cómodo. Ahora que voy a presentar mi material en formato banda, creo que me gustaría poder grabar temas con mi banda, sería una experiencia diferente”.