Ady Suleiman tiene sangre mitad británica y la otra mitad africana (Tanzania), pero nació y creció en la histórica ciudad comercial de Grantham, en la región de East Midlands de Inglaterra. El padre trabajaba como DJ, tenía una gran colección de discos y cuando era chico Jimi Hendrix le voló la cabeza. De a poco también se metió a bucear en las profundas aguas del R&B, jazz, hip-hop, reggae y soul.
A los 14 años comenzó a escribir su propia música y actuaba en la universidad de Liverpool. Al regresar a su ciudad natal después de graduarse, descubrió que allí se había desarrollado una importante escena soul y decidió dedicarse a la música como carrera. Un DJ de la BBC empezó a pasar su música, pero arranco en serio cuando gano el famoso concurso anual de influyente DJ británico Gilles Peterson, compartiendo los premios de ese año con Michael Kiwanuka, Lianne La Havas entre otros.
Firmó con una compañía grande, que publicó varios de sus EP y singles. Mientras viajaba y hacía promociones, comenzó a sufrir de ansiedad y depresión, por lo que tuvo que empezar un tratamiento. Su franco retrato de sus problemas de salud mental en sus letras, y su disposición a hablar sobre ellos en las entrevistas, lo llevaron a ser reclutado como embajador de la organización benéfica CALM (Campaña contra una vida miserable). En 2018 sacó su disco debut “Memories”, escrito completamente por él.
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